Entregarse

Este fin de semana me ha surgido una duda, (¿que raro, verdad?), me estaba preguntando como podía explicar lo que se siente cuando te estas entregando verdaderamente a alguien, no cuando lo dices, sino cuando realmente lo haces en cuerpo y alma, como explicar esas sensaciones que llegan a tu mente y a tu corazón en ese momento. Sé que es muy difícil porque ni tan siquiera sé si yo mismo voy a ser capaz de explicarlo, además seguramente lo que yo explique solo me sirva a mi, porque cada uno de los que me leéis, lo sentiréis de distinta manera.
En muchas conversaciones, cuando hemos hablado del tema, siempre aparece la confianza y la seguridad en la persona Dominante, y eso es realmente importante, yo recuerdo haber dicho más de una vez, cuando han dicho que querían obedecer a un Dominante, el típico ejemplo de “si te manda tirarte a un pozo, ¿qué harías?”, la gran mayoría siempre contesta, (incluyéndome yo al principio), aquello de que una cosa es ser sumiso y otra tonto, pero realmente hoy me doy cuenta de que realmente uno se siente entregado cuando es capaz de decir con el corazón “tirarme sin pensarlo”, porque sabes, que un Dominante al que realmente te has entregado, nunca te dirá que des un paso en falso, un paso en el que te puedas hacer el más mínimo daño, y antes de ordenarte algo, seguro que ha calculado que puede pasar.
Parece una ironía, pero no lo es, al menos en mi caso, yo os aseguro que me hubiese tirado al pozo sin pensarlo, y ahora me plantea esa duda ¿por qué?, y la única respuesta que encuentro es esa, que realmente estaba tan seguro y feliz de mi entrega, que sabía que no iba a pasarme nada malo y cuando estas en ese estado, cedes tu voluntad a la persona Dominante, pasas a ser una parte más de esa persona, te sientes completamente integrado a su cuerpo y a su mente.
Aún así, que nadie piense que pierdes ni la personalidad ni tu nivel de comprensión de lo que es bueno o malo, como todos, seguimos pensando por nosotros mismos, y a veces, tomamos decisiones propias, unas acertadas y otras no tanto, cuando vemos que algo nos está haciendo daño como personas que somos, y aunque nos duela, intentamos cortar ese vinculo que nos une. Es como cuando al tronco de un árbol le injertas una rama de otro árbol, ese tronco le va pasando su sabia hasta que esa rama queda unida a él formando un todo nuevo, pero si en algún momento esa rama hace daño a todo el árbol, lo mejor es cortarla, tronco y rama sangraran, el árbol seguirá, pero la rama cortada, hasta que se seque del todo, llevara en su interior esa sabia que le dio la vida, pues eso mismo, es la entrega.