Hay días que nos sentimos más vivos que nunca, que todas las decisiones que hemos tomado en uno u otro momento las podemos justificar, ese día nos sentimos justificados, dejamos que algunas mentiras se apoderen de nuestra mente y así podemos sentirnos mejor, sin embargo, otros ves que no siempre estas en lo correcto, que te equivocas más de lo que desearías y que no siempre lo bueno da felicidad y lo malo dolor.
En esos momentos es cuando te planteas que es lo que haces en esta vida, si realmente la vives, o como diría una persona, te enfundas un burka y miras la vida sin que ella te vea a ti. Hoy estoy en un momento de esos, de los de preguntarme realmente que hago con mi vida, para que sirvo, y si realmente soy capaz de aceptarme y hacer los cambios necesarios para poder vivir cada momento de mi vida sin reprocharme nada.
Llevo unos días oyendo que de vez en cuando hay que hacer un retiro un poco espiritual, pensar en uno mismo, intentar conocer lo que hay dentro de nuestro corazón y sobre todo aprender a querernos, porque uno de los problemas más grandes que tenemos, yo el primero, es que no me quiero lo suficiente como para intentar ser feliz.
Normalmente intento hacer feliz a los que me rodean, dejo de hacer muchas cosas de las que a mi me gustan, para poder satisfacer a los demás, y claro, cuando necesitas tomar una decisión en tu vida, lo primero que piensas en a quien le puede afectar tu decisión y condicionarla al dolor que puedes causar a los que te rodean, sin pensar si realmente a ti te causa más o menos dolor.
Pero bueno, imagino que es un trecho más del camino que hay que recorrer en esta vida, y como algunas veces digo, cuando nos pasa es por algo, hoy seguramente no lo entienda, pero seguro que algún día tenga algún acontecimiento que me haga recordar las decisiones que he tomado durante mi vida y me haga sonreír, porque en ese momento seré capaz de entenderlas, al fin y al cabo, nuestro destino está escrito, y por muchos vueltas que queramos darle, nuestro final también.
En esos momentos es cuando te planteas que es lo que haces en esta vida, si realmente la vives, o como diría una persona, te enfundas un burka y miras la vida sin que ella te vea a ti. Hoy estoy en un momento de esos, de los de preguntarme realmente que hago con mi vida, para que sirvo, y si realmente soy capaz de aceptarme y hacer los cambios necesarios para poder vivir cada momento de mi vida sin reprocharme nada.
Llevo unos días oyendo que de vez en cuando hay que hacer un retiro un poco espiritual, pensar en uno mismo, intentar conocer lo que hay dentro de nuestro corazón y sobre todo aprender a querernos, porque uno de los problemas más grandes que tenemos, yo el primero, es que no me quiero lo suficiente como para intentar ser feliz.
Normalmente intento hacer feliz a los que me rodean, dejo de hacer muchas cosas de las que a mi me gustan, para poder satisfacer a los demás, y claro, cuando necesitas tomar una decisión en tu vida, lo primero que piensas en a quien le puede afectar tu decisión y condicionarla al dolor que puedes causar a los que te rodean, sin pensar si realmente a ti te causa más o menos dolor.
Pero bueno, imagino que es un trecho más del camino que hay que recorrer en esta vida, y como algunas veces digo, cuando nos pasa es por algo, hoy seguramente no lo entienda, pero seguro que algún día tenga algún acontecimiento que me haga recordar las decisiones que he tomado durante mi vida y me haga sonreír, porque en ese momento seré capaz de entenderlas, al fin y al cabo, nuestro destino está escrito, y por muchos vueltas que queramos darle, nuestro final también.
Sí a veces hace reflexionar para encontrase de nuevo a nosotros mísmos...pisamos tantos caminos...y dudamos tantas veces de cual es el nuestro...
ResponderEliminarEl destino está escrito,si no se sobreescribe ;)