viernes, 24 de septiembre de 2010

Lo Cotidiano

Es difícil volver a la normalidad cotidiana y más que nada porque vuelves a reencontrarte con personas con las que habías dejado de tener contactos y aunque solo sea por curiosidad, tienes que explicar lo que ha pasado en todo este tiempo.
Es difícil, porque cuando lo que pretendes es aprender a vivir de nuevo, los recuerdo se amontonan de nuevo, y la melancolía pues como que vuelve a ti de nuevo. Pero todo no es malo en esto, porque también es cierto que cuando más lo repites de tu boca, (en este caso con mis dedos), más te acostumbras a la situación, es como si te fueses quitando un poco de peso de tu interior y fueses liberándote de él.
Una persona me comento ayer que debería haber una fase de desenganche al igual que la hay de enganche. Personalmente creo que no sería muy bueno que dos personas pasaran poco a poco a desengancharse el uno del otro, porque en la fase de enganche, las cosas van poco a poco hacia arriba, ilusionándote y llenándote de esperanzas, si hubiese una fase al contrario, esa desilusión y esa desesperanza, podría ser mala, incluso ese roce, aunque en negativo, podría hacer que una de las personas de la pareja pudiese no desengancharse y pensar que todavía había posibilidades, creándose unas falsa expectativas, que con el tiempo dolerían más que hacerse a la idea desde el primer momento.
Yo estoy en fase de recuperación, creo que bastante avanzada, pero sé que de una forma u otra acabare recuperándome, será difícil porque yo mismo me fui tapando los caminos de regreso incluso antes de tenerlos, ver el tatuaje me recuerda muchas cosas felices y otras no tanto, pero me recuerdan ese pasado, pero a la vez, también me recuerda que hay un presente y un futuro por el que luchar.
En una relación D/s, creo que esta fase de recuperación es más lenta que en una vainilla, más que nada porque el nivel de la entrega es bastante distinto, la unión no solo de los cuerpos, si no de la mente e incluso del alma, hacen que sea duro de romper de un día para otro, y pienso que se crean unos vínculos emocionales difíciles de destruir, quizá de hay su nombre Dominación/sumisión.
Aquí no cabe la típica frase de “un clavo saca otro clavo”, porque no hay espacio suficiente para introducir el nuevo, la persona ha entrado tan dentro de ti, que no deja resquicios para nada más, así que tienen que ir deshaciéndose segundo a segundo.
Bueno, por hoy creo que esta bien de filosofar, que viene el finde y ya tenéis muchos planes para que yo os de la lata desde aquí.
¡Buen fin de semana!

1 comentario:

  1. Conozco a una persona, que dice de si mismo, ser un coleccionista de sensaciones" y en alguna de nuestras charlas, hemos llegado a la conclusion de que aunque sentir es una pasada tambien crea adiccion.

    Como cualquier adiccion, el periodo de desenganche es duro y por mucho que el refran diga que una mancha de mora con otra se quita... en la D/s no funciona.

    Asi que hasta que no volvamos a encontrar el rumbo, nos sentiremos perdidos y muchas veces sin ganas de seguir andando...

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