viernes, 5 de junio de 2009

La Juventud


Bueno, pues eso con 17 años, empecé a trabajar ya a jornada completa, deje de lado los estudios y empecé a comportarme como alguien más mayor, si, había aprendido algo, que se madura más pronto de lo que realmente esperamos.

Con 17 años, ya iba a la discoteca, aunque realmente empecé a los 15 con una fotocopia del mi carnet falsificada, pero bueno, creo que siempre he ido un pasito por delante de lo que mi edad indica, no sé si ha sido bueno o malo, pero si sé que a mi me ha ayudado, al menos eso creo.

Bueno, no he dicho antes que mi padre tenía una adicción al alcohol, pero así era, ahora lo digo porque con está edad y ante unos acontecimientos que no vienen al caso, me tuve que hacer frente del negocio, y encima la maldita crisis (que en todos los tiempos la ha habido, no creáis) hizo sus estragos.

Si, con los ingresos que teníamos por la fábrica no era suficiente para poder tirar adelante, por lo que mis padres decidieron intentar ayudar un poco quedándose a cargo de un pequeño bar, ¿que incongruencia verdad?

Aquello significó otro paso más, ahora trabajaba mi jornada en la fábrica y luego a ratos iba a ayudar en el bar, no es que fuera muy constante eso si, pero bueno, tampoco me veía dejando solos a mis padres allí mientras yo estaba tumbado en el sillón o me iba con mis amigos, así que bueno, al final la solución fue salir un ratito pero estar allí para ayudar en la hora de cierre, a hacer caja y rellenar neveras y estanterías.

Así que de golpe y en tris tras me encontré de ser un estudiante de COU, en ser un cabeza de familia y aquello la verdad es que cada día se me hacía más pesado, no solo por el trabajo, que quizá fuese lo de menos, sino porque sin comerlo ni beberlo me encontré de morros ante la dureza de la vida y con la misión de intentar sacar una familia adelante, para eso era el mayor, porque he de decir que mis hermanos me ayudaban en la fabrica, algo menos en el bar, pero bueno ellos eran más jóvenes.

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