Castigos

Hay algo que en el D/s siempre me ha llamado mucho la atención y son los castigos, porque en teoría un castigo se aplica por hacer algo mal, pero ¿no habrá ello algo mal a posta el sumiso para conseguir un castigo?
Hay que pensar que si el castigo consiste en unos azotes, quizá es lo que se busque, revelarse para conseguir esos azotes, esas pinzas, esos pellizcos, algo que instintivamente se quiere y que se sabe que se consigue desobedeciendo al Dominante o incluso haciendo algo mal.
Los castigos físicos, siempre han estado ahí, pero digo yo, si como sumiso lo que me gusta es que me zurren, que me azoten, ¿será para mí un castigo o un premio?, se que algunos Dominantes lo que hacen, es infligir como castigo físico alguna de las prácticas que no les gusta a su sumiso, o incluso quitarle alguna de las que más le gusta.
A mi, personalmente, hay un castigo al que le temo mucho, si, por suerte o por desgracia me lo han aplicado varias veces, y ese castigo es “el silencio”, aunque parezca que no, yo creo que el castigo más duro que puede sufrir un sumiso es el sentirse ignorado, el que su Dominante no le hable e incluso lo ignore, eso hace que el sumiso piense en que es lo que habrá hecho mal, siente la dependencia hacia las ordenes de su Dominante, empieza a perder la confianza en si mismo, todo su ego se baja de golpe, y todo por un silencio, por no saber que es lo que ha pasado.
Si alguien lo ha pasado sabrá que realmente se pasa mal, porque todo parece al revés, tus castillos se vienen abajo, te das cuenta que todo lo que realmente piensas que tienes, lo pierdes en unos segundos, por un error, por una desobediencia, y eso te hace pensar que realmente todo lo que crees que eres y tienes, está en manos de tu Dominante.
Ahora bien, el Dominante ha de saber usar bien ese castigo, porque si el silencio y el ser ignorado dura mucho tiempo, el sumiso puede sentirse abandonado definitivamente, y lo que se pretendía conseguir con el castigo, se vuelve en su contra.