viernes, 13 de noviembre de 2009

Mi Encrucijada


Siempre nos llega un momento en el que nuestra vida nos pone en una encrucijada de caminos en el cual es difícil saber cual es el que hay que tomar.
La primera tentación siempre es volver hacia atrás, y más cuando pienso que en mi anterior elección me equivoque al elegir.
Además en esta nueva encrucijada, sé a ciencia cierta, que tome el camino que tome, me voy a volver a equivocar, y no solo eso, si no que voy a hacer daño a personas a las que quiero.
Es muy difícil salir de esta encrucijada, y más cuando tienes que elegir a quien hacer daño, a quien le vas a fallar, porque aunque parezca cruel, en eso es en lo que realmente se basa esta decisión, pues siempre va a salir alguien dañado, siempre le vas a fallar a mucha gente y debes decidir a quien.
Anoche encontré una solución para salir de está encrucijada, me encontré ante una caja de pastillitas pequeñas, llegue hasta la tercera y pensaba que con eso mi encrucijada se terminaba, menos mal que mi mente reacciono, porqué sí, lo reconozco, es el camino más fácil, pero ese camino no solo hace daño a las personas que quiero, si no que además me hace daño a mí, más daño quizá que a los demás.
Ahora, sigo ante mi encrucijada sin saber que hacer, sin saber que solución tomar, pero al menos creo tener la firme esperanza de no querer huir, porque mi vida vale más que el daño que le pueda hacer a alguien, porque seguro que ese daño se cura y se olvida.

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