En estas fechas, y cuando se acaba la navidad, la gran mayoría de nosotros tenemos aun la ilusión de que los magos de oriente nos traigan algunos de nuestros deseos, pero hay que tener cuidado con lo que se desea en estas fechas, quizá sea por mi experiencia propia, pero hay veces que se cumplen y no sabes muy bien que hacer con lo que has deseado.
Los que me conocéis, sabéis que las primeras navidades que anduve con vosotros, mi petición fue una Reina Mora, y vaya si se cumplió, pero nunca supe manejar ese deseo, nunca supe como afianzarlo, y lo que en principio fue un deseo, al final se ha convertido en una verdadera tortura, no por el deseo en si, sino porque quizá nunca debí desear algo que yo mismo me he negado conseguir.
Primero deseé conocer a alguien real para confirmarme que el BDSM no era solo virtual, y lo conocí, esa misma persona fue la que me ayudo a crear un espacio donde volar, un espacio en el que nadie podía entrar si yo no le dejaba, pero a la vez ese espacio se fue llenando de Ella y cada vez era más pequeño para mi, cada vez deseaba menos entrar en ese especio, pero deseaba más estar con Ella, por lo que mi espacio se fue apoderando de todo mi yo, y eso fue lo que al final hizo que explotará y ya no desease mi deseo, porque al final era más el daño causado que el beneficio obtenido, nunca me arrepentiré de lo vivido, pero hay veces que realmente no se sabe lo que se desea, y solo se desea lo que no se tiene, así es la vida, deseamos lo que no tenemos y cuando lo tenemos, o no era lo que queriamos, o nos da miedo descrubir nustras debilidades personales.
Así que hay que tener cuidado con lo que se desea, puede convertirse en realidad, y a veces la realidad nos hace revelarnos contra nosotros mismos.
Los que me conocéis, sabéis que las primeras navidades que anduve con vosotros, mi petición fue una Reina Mora, y vaya si se cumplió, pero nunca supe manejar ese deseo, nunca supe como afianzarlo, y lo que en principio fue un deseo, al final se ha convertido en una verdadera tortura, no por el deseo en si, sino porque quizá nunca debí desear algo que yo mismo me he negado conseguir.
Primero deseé conocer a alguien real para confirmarme que el BDSM no era solo virtual, y lo conocí, esa misma persona fue la que me ayudo a crear un espacio donde volar, un espacio en el que nadie podía entrar si yo no le dejaba, pero a la vez ese espacio se fue llenando de Ella y cada vez era más pequeño para mi, cada vez deseaba menos entrar en ese especio, pero deseaba más estar con Ella, por lo que mi espacio se fue apoderando de todo mi yo, y eso fue lo que al final hizo que explotará y ya no desease mi deseo, porque al final era más el daño causado que el beneficio obtenido, nunca me arrepentiré de lo vivido, pero hay veces que realmente no se sabe lo que se desea, y solo se desea lo que no se tiene, así es la vida, deseamos lo que no tenemos y cuando lo tenemos, o no era lo que queriamos, o nos da miedo descrubir nustras debilidades personales.
Así que hay que tener cuidado con lo que se desea, puede convertirse en realidad, y a veces la realidad nos hace revelarnos contra nosotros mismos.
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