martes, 30 de junio de 2009

Encontrando mi Adicción


Bueno, pues ya teníamos otra diversión más, ahora había que configurar todas las conexiones vía Internet, preparar la inauguración y todas esas nuevas cosas que conlleva el abrir una nueva sucursal.
Todo eso significó un punto más de trabajo, ya que en mis tareas normales, nadie me ayudaba en ese momento, tenía que seguir yo con ellas también, así que los sábados y domingos, se habían vuelto un día laborable más.
Una vez en marcha todo aquello, me tocó un día a la semana ir allí, bueno, era momento que utilizaba para poder leer todas la actualizaciones que iban llegando y asesorando al personal de allí.
Consiguientemente a esto, se fueron programando encuentros empresariales y alguna que otra charla, lo cual hacía que mi jornada de trabajo fuera ampliándose poco a poco.
Bueno, así trascurrieron unos años, (tampoco quiero que esto sea un tostón de año en año), yo consideraba cada logro, como si fuese algo mío, era una criatura nueva que se estaba formando y yo tenía mucho que ver en su creación, si no aportaba ideas, aportaba esfuerzos.
Entre todo aquel tiempo incluso llegaron a proponerme para socio, pero no fue así porque uno de los socios se negó en rotundo, pensó que el otro socio intentaba quitarle su participación allí y dejarlo en minoría, cosa que yo no pensaba permitir, pero bueno, así paso.
Bueno, al cabo de unos años, el propietario de la sucursal, decidió quedársela el e intentar sacarla adelante por su cuenta, para mi fue un alivio, ya que se trataba de una preocupación menos.
Entre todo ello, yo empecé a darme cuenta de que aquello no podía ser, que aquel nivel de estrés y de trabajo, rozaba la esclavitud, empecé a encontrarme mal, y ya estaba cansado y tan metido en la empresa que era imposible parar, realmente estaba enganchado al trabajo y me estaban exprimiendo el máximo, se que no es un orgullo pero os contare un par de ejemplos para que veáis el daño que puede hacer la adicción al trabajo.
Recuerdo este ejemplo con la mayor estupidez que he hecho en mi vida y que podía haberme hecho mucho daño, me operaron de apendicitis después de una semana sin saber que tenía, así que después de 15 días en el hospital al final me dejaron salir el día después de operarme, casi ni podía andar, pero salía del hospital, bueno, pues al llegar a casa me estaban esperando para llevarme al despacho porque llevaban dos días sin trabajar por un problema informático y la empresa de informática contratada no era capaz de ponerlo en marcha, así que a la hora de llegar del hospital ya estaba en el despacho y a la hora de estar en el despacho ya estaban trabajando después de 2 días sin poder hacerlo.
El otro ejemplo fue que me hice un esguince de tobillo y me prohibieron apoyar el pie, pero como era un mes de impuestos, venían todos los días a por mi en coche e iba a trabajar en jornada normal.

miércoles, 24 de junio de 2009

¿Prestigio o Atando al Personal?


Con el paso del tiempo, el despacho hubo que ampliarlo, así que se compró n piso que había al lado y empezaron las obras, así, que bueno, me tocó la tarea de supervisar las obras y estar pendiente de que se cumplieran plazos, lo que significó, que aparte de mi trabajo habitual, tuve que ir algún fin de semana para coordinar los trabajos de adaptación, además por aquel entonces ya me encargaba de la informática del despacho, lo cual, a parte de no ser retribuido, me ocupaba más tiempo, y tuve que encargarme de las instalaciones de los dos pisos, por aquel entonces aun usábamos la red Novell con el cable y los empalmes y había que montar ya una nueva red más moderna, por lo que me toco empaparme de Windows y montar una red con RJ45, así, que aun más complicaciones.
Bueno, cuando estuvo todo terminado e inaugurado, las cosas volvieron a su cauce, pero yo me encontraba muy raro en aquel entonces, necesitaba hacer algo nuevo que le diera algo más de sentido a mi vida y no sabía muy bien que hacer, empecé a pensar en volver a estudiar, pero para una carrera no tenía tiempo, así que me decidí por hacer un master en administración de empresas, así podía tener más conocimientos que me ayudaran en mi carrera profesional.
Otra vez estaba trabajando y estudiando, y claro si tenía tiempo para estudiar, es que me sobraba de trabajo, así que se me iban dando más responsabilidades y más tareas.
Por aquel entonces mi familia ya había aumentado y ya tenía 3 niños, de los cuales me estaba perdiendo todo.
El mayor, nació cuando empecé esta andadura, por lo cual, prácticamente me perdí todo su infancia, porque como he dicho hasta la saciedad, mi jornada era muy larga, así que casi no tenía tiempo de estar con el, Los otros dos, aunque podía estar un poco más de tiempo con ellos, también conseguí perderme su niñez, su pubertad y si sigo así, también estoy abocado a perderme su pubertad.
Bueno, volvamos a donde estábamos, si, despacho nuevo, red nueva, estudios empezados, vamos, otra vez ocupado las 24 horas del día, pero bueno, estaba bastante contento.
Al cabo de un año, aquello empezó a quedarse corto, mis jefes hablaron conmigo, uno de ellos me propuso entrar a formar parte de la sociedad, en otro se negó en rotundo, pero como vio el esfuerzo y el interés que ponía en mi trabajo, decidieron ponerme su mismo sueldo, eso sí, con trampa, ¿en que consistía la trampa?, en que aparte del sueldo, ellos se llevaban una cantidad a cuenta de beneficios, de la cual yo no era participe. Total que me tenían enganchado con un salario alto, con un trabajo que me gustaba y con la consideración y trato de socio aunque o lo fuese, además como no podían estarse quietos, se decidió poner en marcha un nuevo proyecto, absorber una asesoría en otra población y tener una sucursal.

domingo, 21 de junio de 2009

Nuevo Despacho, ¿Nueva Vida?


Bueno, así empecé a caminar en este negocio de la mano de dos personas que llevaban un tiempo ya asesorando, un despacho de catalogado como mediano tirando a grande y en el que trabajábamos 9 personas, en un principio yo me tenía que hacer cargo de de una parte de la consultoría, la contabilidad, y así empecé, me hice cago de la parte contable y poco a poco fui cogiendo confianza.
Estar en un despacho así, la verdad es que me dio confianza en mi mismo, ya que los dueños, tenían experiencia y una cartera de clientes importante, lo cual me animaba a seguir adelante, ya que creí en el proyecto.
Aquí voy a hacer un pequeño alto en el camino, quiero que sepáis, si no os habéis dado cuenta todavía, que cuando creo en un proyecto, me entrego al máximo para conseguirlo, y lucho hasta al final por el, cueste lo que cueste y en este proyecto creí desde el principio.
Bueno, pues los primeros años en ese despacho, fueron bastante bien, había buen rollito entre los compañeros, he de decir que al principio entre como un colaborador, no estaba contratado por la empresa, era un trabajador autónomo, pero me llevaba bien con los jefes y de echo me trataban mas o menos como a ellos, y ellos mismos contaban conmigo para algunas cosas.
Al cabo de dos años, ya me hicieron contrato fijo y pasé a ser empleado de la empresa, mi trabajo poco a poco fue aumentando en cantidad y en calidad, si, poco a poco iban dándome alguna responsabilidad más, empecé a encargarme de los impuestos también, aunque ya hacía algunos, porque las empresas que yo aporte así lo requerían, y poco a poco la fusión fue haciéndose total, no habiendo clientes que yo aportara ni clientes que del despacho, ahora eran todos del despacho.
Hasta aquí todo iba perfecto y de echo mientras yo absorbía parte del trabajo de uno de los socios, el hacia de relaciones publicas e iba incorporando mas clientes al despacho, por lo que el despacho iba creciendo en clientes y trabajo, pero claro, no en personal, lo que significaba que como siempre había que hacer más horas, ¿Quién las hacía?, pues si habéis acertado, el que era responsable del departamento fiscal y contable recientemente creado y del cual me nombraron jefe.
Así que pase de ser mi propio jefe a estar de jefe de departamento en otra empresa, pero por mi forma de ser, por lo que alguno me habéis dicho de mi adicción al trabajo, o no se porque, siempre me toca ampliar mi horario de trabajo.
Lo cierto es que creí que se me habría una nueva vida y así fue, lo que trato de averiguar es si todo esto ha sido para mejor o para peor.

viernes, 19 de junio de 2009

Moviendo mis Hilos


Bueno, pues así empezó mi andadura por este mundo del asesoramiento empresarial, no solo con hacienda como mucha gente cree, si no en más cosas, pero vamos a lo que vamos.
Bien, pues mi socio, por llamarlo finamente, cuando empezamos, solo pudimos visitar dos o tres clientes de su cartera de seguros y cogimos algunos clientes, incluso algunos compañeros suyos fueron clientes nuestros, pero como no había suficientes ingresos me invitó finamente a que hiciésemos seguros, claro era más sencillo en aquel entonces que amigos u familiares cambiaran su seguro que, que las empresas cambiaran de asesor, al cabo de un año con este tipo de peripecias me di de morros con la cruda realizad, este socio mío me había estado utilizando para incrementar su cartera de seguros, con lo cual sus comisiones habían aumentado y mis ingresos eran ……., realmente no eran.
Lo cierto es que en aquella época tuve que tirar de familia para poder pagar la hipoteca, comer, e incluso par poder ir al cine algún día.
Así que ante esta realidad, decidí dejar a mi socio, no sin los problemas de ruptura que conlleva, y montarme el negocio por mi cuenta, lo bien es cierto que al cabo de un año, ya podía sobrevivir con mi trabajo, ahora, de horario nada, había que trabajar y había que trabajar, además en aquella época tuve mi primer niño, y en aquel entonces hice mi primer intento por sacarme una carrera universitaria, pero claro, el trabajo y el nacimiento de mi hijo me hicieron desistir a la primera de cambio.
Pues así pasaron dos años y un amigo de mi cuñado, que tenía una asesoría, digamos que importante, me llamó, me comento que se le había ido un empleado y que quería hablar conmigo para intentar ver si podíamos hacer algo juntos, claro a mí eso me sonó a gloria, porque me pilló en un momento en el cual debía tomar una decisión, contratar personal y volver a rebajar mis ingresos considerablemente, o no coger más clientes por falta de tiempo para atenderles. Y ante esa tesitura decidí unir mis fuerzas, creí que era lo mejor, pero el tiempo me quitó la razón, pero eso lo dejo para el siguiente post.
La verdad, es que desde la lejanía del tiempo, me doy cuenta de lo poco que me he valorado siempre, siempre he pensado que los demás tienen razón y que yo estoy equivocado, siempre he pensado que debía hacer el camino fácil a los demás, aunque para ello tuviese que ir apartando las piedras, quitando las dificultades y echándomelas a la espalda, aunque fuese una carga dura de llevar, yo lo hacía y eso ha ido haciendo que cada día me encierre un poco más en mi, aunque ahora, ya más maduro, creo que es el momento de abrir las ventanas y echar a volar, de dejar lastre por el camino e intentar ser feliz, al menos mientras mis fuerzas me aguanten, como en la imagen que he puesto hoy

¡¡¡¡¡¡¡ Quiero dejar de ser marioneta !!!!!!!!!!!

martes, 16 de junio de 2009

Parada y Reflexión


Hasta este momento de la historia sería la primera parte de mi vida, al menos ahora podéis entender mucho más el porqué las cosas que me pasan en el trabajo, porque al menos cuando yo me pongo a repasar mi vida, entiendo que soy un adicto al trabajo, al estar ocupado, no es que quiera huir de mi realidad como algunas personas me ha dicho, si no que realmente no se vivir sin mi trabajo, además tengo que estar ocupado. Si estoy ocioso lo paso fatal, no se que hacer ni donde estar, pero esto quedará más claro un poco más adelante.
Pero también hay una historia detrás de todo esto, y ahora es cuando empiezo hacer una reflexión sobre mi vida, recordad que os dije que mi padre estaba enfermo, que era alcohólico, eso me ha marcado toda mi vida, a influido en mi carácter, me ha hecho más tímido, ha hecho que desconfíe de la gente y ahora cuando me niego a hacerlo y confío, pues de vez en cuando me llevo algún que otro golpe.
Además, los que conocéis este tipo de enfermedades, sabéis que la convivencia no es agradable, yo he vivido épocas de verdadero agobio por la violencia que había en casa, y no física, que esa gracias a Dios no surgió, pero si mental, y de esa por desgracia viví demasiada. Hay algo que todavía me sigue mordiendo la cabeza, algo de lo que me he arrepentido toda mi vida y siempre lo haré y fue una vez antes de casarme, incluso antes de conocer a mi pareja, que tras una discusión, insultos y chillidos varios, después de recibir amenazas, llegué a coger a mi padre del cuello, y no se porqué, pero el puñetazo lo dí contra la pared, al menos de eso no he de arrepentirme, después de eso, ya sabéis como soy, pienso, pienso y a veces pienso demasiado, así que me sentí tan culpable que me tome una caja entera de pastillas, menos mal que mi madre se levanto a media noche y les dio tiempo a llevarme al hospital, si no, hoy no podría contar esto.
No es algo de lo que esté orgulloso, porque sería estúpido, pero o lo cuento para que conozcáis un poco más todos los motivos que me han llevado a ser como soy y a ser lo que soy y no me preguntéis el qué, porque eso os lo dejo a vosotros, porque ya dije una frase

“Yo soy lo que soy y no lo que los demás creen que soy”

sábado, 13 de junio de 2009

Comienza mi Andadura


Bien, pues me casé y seguía trabajando en la empresa de plástico, pero por aquellos entonces empezaron a llegar cartas de nuestra querida amiga, sí, esa que siempre está pendiente de nosotros, Hacienda, bueno, empezaron a llegar notificaciones a mi padre por cuando el fue titular de la empresa, ¿y a quien le tocó mirarlo?, habéis adivinado, a mí.
Así que me puse manos a la obra, a preguntar, a ir a la administración, a ver cosa por ahí, y así poco a poco hasta que al final hice un master en fiscalidad, así que allí me tenias trabajando a turnos, mañana tarde y noche, aunque para ser exactos la mayoría de días me tocaba doblarlos, y estudiando a ratos, pero al final lo conseguí y obtuve mi master en fiscalidad.
Por aquel entonces, como os comentaba, llevaba un tiempo 2 o 3 años trabajando a turnos, y empecé a tener trastornos nerviosos y del sueño, así que el médico me aconsejo que intentara cambiar de trabajo, ya que lo que me producía los trastornos era los cambios de horario del sueño, ya que el cuerpo no se me acostumbraba a esos cambios tan seguidos, (eran cambios semanales), yo la verdad es que creo que aparte de los cambios, también influía las horas de trabajo, ya que en la empresa se contrataba a los justos y había que hacer horas extras, así que había días que el sueño era corto, por ejemplo si trabajaba de tarde que era de 14 a 22 horas, pues la mayoría de día iba también de 9 a 12,30, a comer y vuelta a empezar, en fin ya me conocéis mi facilidad de darme al trabajo.
Bueno ante aquella tesitura, empecé a buscarme trabajo y encontré un trabajillo por horas de comercial de multipropiedad, eso si, no vendía nada de nada, pero lo importante es que allí conocí al encargado de la oficina, que al cabo de unos meses me propuso que abriésemos una asesoría.
Este personaje se dedicaba a la venta de seguros, y me propuso utilizar su cartera de seguros para coger clientes y montar a la asesoría, así que en enero empezamos la andadura de la asesoría, eso sí, yo no deje mi trabajo porque necesitaba mantenerme y hasta que no hubiese ingresos suficientes no podía hacerlo.
Así que hay empezó mi vida como asesor fiscal.

miércoles, 10 de junio de 2009

Empezando una vnueva vida


Pues en esas andaba cuando me encontré con mi actual pareja, si, aun andaba deshaciendo la anterior y van y me tiran los tejos, y bueno, los que me conocéis sabéis que yo para eso ando siempre un poco despistado, bueno, mejor, no me entero nunca.
En fin que al final me eché novia formal, así, que ya lo tenía todo o casi, tenía trabajo, tenía novia, y no tenía vida para mí.
Aunque parezca mentira eso fue lo que pasó, veréis, como conté en otro post, mi padre estaba enfermo, así que yo no hacía más que discutir con el, para mí, mi casa era un infierno, un par de años antes había tenido un intento de suicidio, por algo que paso con él, en una discusión lo agarre del cuello y casi le pego, y aquello fue un duro golpe para mí, así que entenderéis porque quería irme de casa.
En aquél entonces habíamos cambiado de sitio la empresa y estábamos haciendo doble turno, mis hermanos pequeños por la mañana y yo por las noches de 20 a 8 h, además si había que hacer algún reparto me tocaba ir a las 15h para poder hacerlo y volver a tiempo para mi jornada.
Total, que a lo que iba, quería casarme para salir de casa, (y quiero que quede claro que eso no quita para nada que quisiera a mi pareja, la quería y la quiero, no seáis mal pensados que os conozco), así que al plantearlo todo fueron pegas, no había dinero para que tuviese un sueldo y pudiese comprarme un piso, ni tan sin quiera para poder subsistir, así que echándome la manta al cuello, me toco buscar trabajo fuera y dejar la empresa familiar por la que había estado luchando hasta ese momento.
Encontré un nuevo trabajo, repartiendo bebidas por los bares, así que empecé a tener sueldo propio y empecé con los preparativos de la boda y esas cosas. Al cabo de un año aproximadamente me llamaron de una empresa de plástico que conocía y me marché a trabajar allí, en algo que conocía y porque voy a negarlo, en algo en lo que era bueno, (por eso me llamaron). Total que al cabo de dos años me casé.

lunes, 8 de junio de 2009

Amor Juvenil


Bueno, por aquella época me encontré con mi primera novia, una chica de fuera de mi ciudad a 700 Km. de distancia, si, ya veis, casi toda mi vida he tenido relaciones a distancia, por aunque sé que no son las ideales, tampoco las desecho, porque algunas me constan que salen bien.
Así que además de todos los líos de trabajo me encontré con un lío de mujeres, ¿porqué un lío?, no, no penséis que las mujeres son un lío, el lío como siempre me lo monto yo.
Veréis resulta que a esa chica la conocí en una discoteca, y era prima de unas antiguas compañeras mías de colegio de cuando iba a octavo de EGB, en aquella época ya me consideraban un poco raro, porque no me relacionaba con nadie, y porque tampoco sabían que después del cole iba a trabajar, pero bueno, que una de ellas a mi me encandilo en aquellos años y yo nunca lo había ocultado y se lo había hecho saber, con el consecuente cachondeo de toda la clase.
Bueno, pues esa chica va y se fija en mi, y como yo siempre estoy empanado, pues no le hice mucho caso, así que a ella no se le ocurrió otra cosa que liarse con un amigo mío, hasta que al cabo de unos meses, estando los dos solos me lo confesó, que no podía seguir con aquella mentira y que realmente quería estar conmigo, claro por mucho que intentamos ocultarlo, mi amigo se enteró y no le pareció muy bien, así que perdimos nuestra amistad, y no le culpo, reconozco que aunque intente que fuera lo menos doloroso posible fui un poco cabroncete.
En fin, que aquella historia termino, hay distancias insalvables y aquella fue una, no porque no la quisiese, sino porque ya tenia yo bastante en ese momento como para pensar en novias, aunque esa, es otra historia.

viernes, 5 de junio de 2009

La Juventud


Bueno, pues eso con 17 años, empecé a trabajar ya a jornada completa, deje de lado los estudios y empecé a comportarme como alguien más mayor, si, había aprendido algo, que se madura más pronto de lo que realmente esperamos.

Con 17 años, ya iba a la discoteca, aunque realmente empecé a los 15 con una fotocopia del mi carnet falsificada, pero bueno, creo que siempre he ido un pasito por delante de lo que mi edad indica, no sé si ha sido bueno o malo, pero si sé que a mi me ha ayudado, al menos eso creo.

Bueno, no he dicho antes que mi padre tenía una adicción al alcohol, pero así era, ahora lo digo porque con está edad y ante unos acontecimientos que no vienen al caso, me tuve que hacer frente del negocio, y encima la maldita crisis (que en todos los tiempos la ha habido, no creáis) hizo sus estragos.

Si, con los ingresos que teníamos por la fábrica no era suficiente para poder tirar adelante, por lo que mis padres decidieron intentar ayudar un poco quedándose a cargo de un pequeño bar, ¿que incongruencia verdad?

Aquello significó otro paso más, ahora trabajaba mi jornada en la fábrica y luego a ratos iba a ayudar en el bar, no es que fuera muy constante eso si, pero bueno, tampoco me veía dejando solos a mis padres allí mientras yo estaba tumbado en el sillón o me iba con mis amigos, así que bueno, al final la solución fue salir un ratito pero estar allí para ayudar en la hora de cierre, a hacer caja y rellenar neveras y estanterías.

Así que de golpe y en tris tras me encontré de ser un estudiante de COU, en ser un cabeza de familia y aquello la verdad es que cada día se me hacía más pesado, no solo por el trabajo, que quizá fuese lo de menos, sino porque sin comerlo ni beberlo me encontré de morros ante la dureza de la vida y con la misión de intentar sacar una familia adelante, para eso era el mayor, porque he de decir que mis hermanos me ayudaban en la fabrica, algo menos en el bar, pero bueno ellos eran más jóvenes.

miércoles, 3 de junio de 2009

Experiencias II


Bueno, después de lo del bar, recuerdo que ya con 12 años, cuando salía del cole, iba a ayudar a mis padres en una fabriquita familiar de plásticos, si, merendar y a echar un cable, así hasta los 13 años.
Con esa edad acabe 8 de EGB, y por cosas de la vida al ir adelantado no podía entrar en el Instituto con esa edad, así que al final encontré un instituto que me dejaban ir, paro vaya, que casualidad que era nocturno, así que tenía tiempo de trabajar.
Con eso empezó mi trabajo más en serio, trabajaba de 8 a 14 y luego de 16 a 22 iba al instituto para poder hacer el bachiller de aquel entonces.
Por aquella época, ya descargaba camiones, cargaba furgonetas y levantaba bastante peso, pero claro era joven, y tampoco le daba mucha importancia, solo sabía que había que trabajar y estudiar, y además lo de estudiar me gustaba, no se me daba nada mal, y además mi ilusión era hacer ciencias exactas, me gustaban los números más que las letras.
Así pase mi juventud, desde los 13 a los 16, a esa edad termine el BUP, pero claro como no, todo se tenía que complicar, así que en aquel instituto no podía hacer el COU, por lo cual tuve que volver al instituto normal, pero claro, ya trabajaba, así que tuve que seguir en el nocturno, y aquello si me marcó, vaya si me marcó.
Bueno, resulta que con 16 años, ya había madurado bastante, y no me sorprendió encontrarme con gente mayor que yo, lo cual al principio me hacía sentirme realmente más mayor de lo que era, y con esa edad mola, pero claro va pasando el tiempo y te das cuenta que no pintas nada en medio de gente mucho mayor que yo, si, yo era el benjamín, tenía 16 añitos nada más y el siguiente más joven, si no recuerdo mal tenía sobre 19 años, no eran muchos, pero lo peor es que la media de edad de la clase estaba en 25 años, así que imaginad, a un niño (porque eso era) de 16 años, con gente de 25 años, empecé a sentirme desplazado, porque yo no hacía lo que ellos, así que me sentía muy fuera de lugar, y más cuando mi compañera de pupitre empezó a tirarme los trastos.
Pero bueno, lo importante de esto no es mi vida, sino mi experiencia en el trabajo, con el trabajo y para el trabajo, si aunque parezca raro así era, llegó un momento en ese tiempo que era más importante el trabajo que mis estudios, y si bien es cierto que cuando hacía falta podía estudiar, las ganas se fueron desvaneciendo poco, hasta que me sentí tan desplazado que a mitad de curso deje de estudiar para trabajar todo el día.

martes, 2 de junio de 2009

Experiencias I



Bueno, exactamente no se cuantos años tendría, pero no serían más de 10 u 11 cuando empecé mis primeras experiencias laborales, si, fueron de camarero en un bar, haciendo tortillas y ayudando en la barra, a servir, a fregar, vamos, lo que se suele hacer en un bar.

Esa experiencia fue en verano, cuando terminaron las clases y después algunos sábados y domingos iba a ayudar.

Aquellos eran otros tiempos distintos a estos y cualquiera tenía la obligación de echar na mano en casa, pero creo que tampoco fue por eso, simplemente me querían enseñar, que los perros no se atan con longanizas y que realmente ganar un sueldo, es duro.

Recuerdo que cuando era joven pensaba que aquello, era algo que no me gustó, lo veía como un castigo, pero ahora mirando atrás y viendo la juventud de hoy, pienso cuanta suerte tuve de que mis padres me hiciesen trabaja, porque sé lo que realmente cuesta la vida, lo que cuesta ganar el pan y lo que cuesta ganar algo de dinero para disfrutar.
Solo puedo darle gracias a mis padres por esa educación que me dieron, incluyendo lo que cuesta la vida, ahora muchas veces oigo gritos porque ven a un niño ayudar en casa, porque parece ser, que si trabajan no se educan, y yo se que no puedes poner a un niño a trabajar 8 horas, porque no es bueno ni para el ni para sus padres, pero si que se debería enseñar lo que cuesta la vida, lo que hay que sudar para pagarles la PSP, lo que se suda para darle los caprichos que necesitan.